lunes, 13 de agosto de 2007

Harry Potter y las reliquias de la muerte



Cerramos ciclo con el último de Harry Potter, en torno al cual la cuestión más candente es si hay óbito o no hay óbito del atribulado protagonista. Mientras avanzamos, página tras página, a través de este entretenidísimo artefacto mágico, nos encontraremos con multitud de incógnitas despejadas, amoríos resueltos, viejos y nuevos compañeros de viaje, nuevos objetos poderosos y esas pinceladas de humor que J.K. Rowling no olvida ni en vísperas de la batalla final. Todo discurre por conocidos cauces y ni las sorpresas resultan ser muy sorprendentes ni los momentos decisivos muy distinos de otras escenas en los anteriores libros. El lector que disfrute de la peculiar alquimia de Rowling -humor, hechizos, aventura clásica y misterio esotérico- celebrará cada momento de la novela. Los que no se hayan sentido seducidos por el mago adolescente, tampoco lo harán ahora.
El mundo de Harry Potter se cierra con un movimiento de varita que puede o no ser definitivo. El tiempo dirá.

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