jueves, 6 de diciembre de 2007
Todos sus años de angustias, los horrores que ahuyentaron el color de su vida. Las noches desveladas, las horas eternas, agazapada, esperando no oir el ruido. Muy quieta en su cama, sin provocar ningún sonido, atrayendo al silencio.
Y sus despertares ausentes de toda memoria, y el no mirar nunca hacia atras, y olvidar, siempre olvidar.
Todo por esquivar el miedo.
Todo lo hizo mio. Y ya no fuí joven ni ingenuo.
Y mi pena, se hizo eterna.
jueves, 8 de noviembre de 2007
Pulgarcito en Lilliput
sábado, 25 de agosto de 2007
Los muñecos rotos
Unos muñecos con labios color de azufre.
Mis muñecos rotos, flores de un desván imaginario que nadie recuerda ya, monstruos pequeños con hambre de plástico, mis hermanos, mis hijos. Únicos amigos verdaderos.
Desde los rincones de su destierro devanan el hilo de mi existencia, Parcas de sonrisa inmutable, pupilas como canicas. Observan. Intuyen. Leen un libro que nadie abrió jamás. Combaten contra la cordura y su combate es inmemorial.
El demonio se ríe a través de los ojos de los muñecos rotos.
Historia de una Ondina
Navegaba entre los nenúfares como un hada fantasmagórica y cubierta de musgo, un navío vegetal en medio de un océano en miniatura. A veces, una reverberación del sol hería la superficie del agua y podía verse un vislumbre de aquella forma indeterminada, ágil e huidiza, demasiado grande para ser una ranita y demasiado pequeña para ser un pez.
Se escondía si trataba de cogerla y no tomó del pan que desmigajé en el estanque con la esperanza de atraerla a la superficie. Mientras vivió allí, nunca conseguí verla del todo; tan sólo una ráfaga de sombra que podía ser una culebra, o un renacuajo o cualquier criatura que pueda habitar en el mundo suspendido del agua muerta.
Cuando drenaron el estanque para limpiar el fondo, sólo había guijarros y musgo, restos de nenúfares ya marchitos quien sabe cuándo y una diminuta, extraña aleta transparente cuyo origen nadie pudo dilucidar.
Veinte años después, cuando de mis abuelos y de aquel jardín no quedan más que los recuerdos y estas palabras que escribo ahora, ya sé que las Ondinas no existen. Y sin embargo, a veces me pregunto si los niños interpretan las señales de una manera que los adultos hemos olvidado y acaso las cosas que creemos que no son reales sólo lo son cuando somos niños. Y quién dice que la Ondina no se olvidase su aleta el día que drenaron el estanque y que no habrá de aparecer para recuperarla cuando vuelva a creer en ella.
lunes, 13 de agosto de 2007
Harry Potter y las reliquias de la muerte
Cerramos ciclo con el último de Harry Potter, en torno al cual la cuestión más candente es si hay óbito o no hay óbito del atribulado protagonista. Mientras avanzamos, página tras página, a través de este entretenidísimo artefacto mágico, nos encontraremos con multitud de incógnitas despejadas, amoríos resueltos, viejos y nuevos compañeros de viaje, nuevos objetos poderosos y esas pinceladas de humor que J.K. Rowling no olvida ni en vísperas de la batalla final. Todo discurre por conocidos cauces y ni las sorpresas resultan ser muy sorprendentes ni los momentos decisivos muy distinos de otras escenas en los anteriores libros. El lector que disfrute de la peculiar alquimia de Rowling -humor, hechizos, aventura clásica y misterio esotérico- celebrará cada momento de la novela. Los que no se hayan sentido seducidos por el mago adolescente, tampoco lo harán ahora.
El mundo de Harry Potter se cierra con un movimiento de varita que puede o no ser definitivo. El tiempo dirá.
martes, 7 de agosto de 2007
La serpiente Uróboros- E.R. Eddison
Un rey Brujo cuya vida y muerte es la Serpiente Uroboros; una escalada extrema por picos helados, un huevo misterioso, una guerra infinita, una traición, un héroe perdido, una reina-diosa en lo alto de una montaña...
Nunca sabremos ya si, cuando Eddison hablaba de Mercurio en su novela, se refería a un mundo o a un planeta. No tiene importancia. Las homéricas gestas de los Demonios en su encarnizada guerra contra los Brujos, tienen el aura de las grandes leyendas de antaño. Quizás sea este hijo espiritual de lord Dunsany el último bardo que ha dado la literatura de Fantasía. Escribe con prosa recargada, opiácea, maravillosa.
Cuando acabamos el libro, han transcurrido unos días, pero en realidad, aunque todavía no lo sepamos hemos recorrido eones.
jueves, 2 de agosto de 2007
Ellos me arropan cuando me siento triste porque cuando todo se vuelve prosaico, rutinario, limitado, me devuelven los restos del naufragio de ese barco de leyenda llamado infancia.
Muñecos tristes
Si hubiera un dios entonces y les viera tan tristes quizás se dignara a tender una mano gigantesca sobre los hombros pequeños de sus creaciones, que no se enterarían. Y el dios que está por encima del dios seguiría su partida de ajedrez con algún aburrido caballero muerto, sin duda hastiado de los caprichos del universo.
Luego, todo volvería a su sitio: los gusanos subterráneos, los minotauros o los elfos, los grandes pájaros, los seres humanos, dejarían de lamentarse y el gran río se secaría. Pero los muñecos seguirían estando tristes y además, muy solos
El Osario de Sedlec
La Realidad no sólo supera a la Ficción en ocasiones; a veces, se convierte en Ficción.
El cristianismo, cimentado sobre las miasmas de la muerte y carente de sentido sin ella, es el argumento, autor y obra de las más bellas y mórbidas obras de arte en torno al culto de los difuntos.
Pero los laberintos de las catacumbas, la capilla de San Severo y sus cadáveres petrificados, las inquietantes estatuas del Père Lachaise o las reliquias orgánicas de los santos no se pueden comparar al osario de Sedlec. Porque esta obra maestra de lo macabro no es sino una capilla enteramente decorada con los restos mortales de más de 40.000 personas. Hay un escudo de armas óseo, custodias hechas de huesos, ornamentaciones tales como guirnaldas y pináculos y por último, una impresionante lámpara de araña esquelética.
¿Que dirían las 40.000 almas allí recogidas de ver sus huesos dispuesto en artísticas combinaciones?
En todo caso, nunca el peso de la vida mortal se expresó con tanta contundencia.
miércoles, 1 de agosto de 2007
El sol poniéndose en el Coliseo o en la dentadura verde de los Cárpatos. Un montón de conversaciones a las tantas de la madrugada. El recuerdo de la música transformándose a medianoche. Un demente que temía a los espejos. Millones de ojos en miniatura dibujados en los márgenes de los cuadernos.
Un cuento sobre unicornios y otro sobre la Esfinge. La primera página del primer libro. Sus ojos tristes, la primera vez. El mar.Un viaje por la tierra natal. Un sueño sobre pájaros gigantes en una torre encantada. El sabor de la propia sangre. La infinita paciencia. La compulsión terrible. Un laberinto plateado de babas de caracol en el jardín salvaje. Muchas horas perdidas y muchas horas ganadas. Un bosque de pinos desaparecido para siempre. Los lobos, a medianoche. Y los libros.Todas estas cosas son las que me llevaré conmigo cuando muera.
Fuimos felices durante las horas en las que se maceró la Tierra; la inminencia del apocalipsis nos hizo sentir como cuando cometíamos una barbaridad de pequeños y sabíamos que nuestros padres se ocuparían de arreglarlo todo por nosotros. Las cuitas del pasado no importaban, porque el pasado era la semilla del futuro y el futuro ya no existía. Nada se escribiría ya. Cien años más tarde se escucharía apenas el rumor de las ratas entre las ruinas de lo que fue nuestro mundo.
PEQUEÑO, GRANDE-JOHN CROWLEY
Existen varias historias-río, que circulan hacia el pasado, hacia el futuro, forman meandros y afluentes sobre el entramado de sucesos invisibles de cuyo eco sólo tendremos una impresión, parecida al crujido de una hoja seca cuando un pie diminuto la pisa...
Auténtica novela (no cuento) de hadas para adultos, "Pequeño, grande" es una historia circular que empieza donde acaba -como nuestra Serpiente- y a su vez, está compuesta de círculos o capas hasta reducirse y reproducirse en un bucle infinito
Conclusión: John Crowley es el Escher de la literatura de Fantasía.
martes, 31 de julio de 2007
Puedes encontrarla en cualquier parte.
Puedes entrar en la vieja librería de un señor llamado Karl Konrad Koreander y robar un libro polvoriento de sus estanterías, un libro con tapas color de cobre llamado "La historia interminable".
Puedes mirarte un día cualquiera a través de un espejo y comprender de pronto que en realidad, el mundo está del revés, porque la derecha es la izquierda y en realidad no estás Aquí, sino Allá; has entrado en el mundo del espejo.
Puedes caminar por la estación de King Cross y descubrir un andén con el número 9 y 3/4...que nunca habías visto antes.
Puedes construir una cabaña en el bosque que se convierte en las ruinas de un castillo legendario o puedes encontrarte en las ruinas de un castillo legendario que de repente se convierten en una cabaña en el bosque.
Porque la Fantasía es Dios y la Imaginación, su profeta.
Esta página trata sobre la Fantasía y por tanto, sobre el humo y los espejos. Algunas bitácoras son diarios, otras son noticieros, las hay que nos cuentan las vidas de los otros. Esta página es, en realidad, un mapa. Los lugares a los que conduzca dependerán, en cualquier caso, de la imaginación de cada uno.